sábado, 6 de julio de 2013

El camino cerrado de llorar...

No puedo creer todo el camino recorrido, jamas había volteado hacia atrás para ver todas las piedras picadas, pateadas y arrastradas con el fin de liberar el trecho necesario para avanzar. Hasta el momento, nunca me había dado el merito de ver todo el esfuerzo realizado por alcanzar la estabilidad que siento ahora.

Lloraba por lo que no se tenia que llorar.
Lloraba por quien no se tenia que llorar.
Lloraba donde no se debía de llorar.
Lloraba sin sentido, lloraba por llorar... llorar era mi elección inconsciente, mi camino de engaño, porque quedarme ahí, nada mas llorando, era un sendero en circulo, el mismo camino, una y otra vez dando vueltas alrededor del asunto que me hacia llorar, no para resolverlo, solo para verlo, sentirlo... y seguir llorando.

Todos te ven, todos se conmueven, todos te alientan a seguir adelante...¡pero nadie te dice que por ese camino no! ¿por que? pues porque quitarte del camino que conoces te hará sufrir. Lo que no saben es que llevas tanto tiempo en ese camino que, secretamente, sufrir te gusta.

Hasta que un dia, afortunado dia diria yo, algo tajante, un suceso, o una persona (primera persona por la que agradezco en esta historia) como en mi caso, llega y nos señala, no lo equivocado ni lo doliente y sufrido de nuestro andar... nos señala lo inútil de nuestra masoquista caminata.

 Así es, todavía si nos pagaran por llorar eso tendría algún provecho, pero no es así y es necesario darnos cuenta, y si esto no pasa, nuestro mundo convencional empieza a derrumbarse... cuantos trabajos, casas, colegas y amigos no se abandonan pensando que ellos son la causa de nuestro sufrimiento, de nuestros pesares y sobretodo... de nuestras fallas... ¡claro! si yo sufro entonces es probable que la culpa no sea mía... pues no, somos cien por ciento responsables.

Y uno toca fondo, topar nuestro "sin sentido" duele mas que caer por cualquier piedra en el camino, porque es la muestra innegable de que hemos desperdiciado el precioso recurso irrecuperable del tiempo; entonces es cuando viene la fase que llamo "ultimo llanto", para llorar por todo lo que quieras, las fallas, los amores, la familia, y sobre todo, para llorar por lo que no haz hecho y es en esto en lo que uno se debe enfocar.

Y es aquí donde la caminata se detiene, ya no se quiere ese camino pero no se conoce otro... ¿siguiente paso? encontrar a alguien que te ayude a buscar un nuevo sendero, y con eso me refiero a la ayuda mas profesional que puedas encontrar, alguien con verdadera vocación terapéutica (segunda persona por la que agradezco en esta historia), una persona que no tiene porque quererte, apreciarte, pero cuya especialidad (don) es reflejarte para que tu seas tu propia guía, esta persona no debe tener amor por ti, sino amor al éxito de su trabajo en ti.

Y ahora, el enfoque, uno debe tener la fuerza de voluntad necesaria para enfocarse en la responsabilidad de sus fallas, pero sobre todo uno se va dando, poco a poco, golpe tras golpe, cuenta de que la absoluta responsabilidad de vivir la vida es propia.

Porque nadie puede saber por ti. Nadie puede crecer por ti. Nadie puede buscar por ti. Nadie puede hacer por ti lo que tú mismo debes hacer. La existencia no admite representantes.- Jorge Bucay

Solo tu puedes avanzar, solo tu puedes parar el llanto, solo tu puedes ser feliz. Detente, seca esas lagrimas, tomara aire y sigue caminando.

Juana.